La Iglesia es Madre, y como tal sale al encuentro de las necesidades espirituales y materiales de sus hijos.
Cáritas es el fiel reflejo de esta solicitud amorosa y al mismo tiempo bien organizada de la Iglesia. No se limita a dar repuesta a las principales demandas provocadas por la crisis (alimentación, vivienda, acceso al empleo…). Más allá, su tarea consiste en hacerse cercana a las personas, reivindicar su dignidad, buscar con ellos respuestas a sus necesidades y descubrir sus potencialidades.
Es además una oportunidad de compromiso y solidaridad para las personas que se implican participando en los equipos o con aportaciones económicas.
Finalmente, pretende ser un espacio de coordinación con otras entidades generando, con ellas y con la sociedad, una red de ayuda, promoción y sensibilización.
Acogida: Atención personalizada en el que se analizan las necesidades y se deriva a los distintos servicios ofrecidos por la parroquia. Además, orientación de los problemas económicos, legales, etc.