«El Solo…». Soledad que nosotros nunca podremos penetrar en tu capacidad como infinita…
¡Oh Jesús!, reflejo de esta soledad terrible fueron los momentos sangrantes de tu pasión dolorosa, en los cuales toda tu humanidad manifestaba el desamparo de tu alma, no so-lamente en tu dolorosa tragedia interna, sino también en tu vía crucis solitario de desamparo humano…
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