¡Qué riqueza encierra en sí Jesús…! Parece que la mente se rompe ante la perfección de su naturaleza creada, que fue capaz de vivir, en una intensidad tan trascendente y en un mismo instante, todo el gozo que le proporcionaba la comunicación familiar que vivía con las divinas Personas, y por otra parte, el dolor del desamor de los hombres, que Él representaba ante Dios.
La entrada JESÚS se publicó primero en La Obra de la Iglesia.